jueves, 5 de noviembre de 2015

Etapa Fálica

En la psicología freudiana, el desarrollo psicosexual es un elemento central de la teoría psicoanalítica de las pulsiones sexuales que sostiene que el ser humano, desde el nacimiento, posee una libido instintiva (energía sexual) que se desarrolla en cinco etapas. En esta teoría, desarrollada hacia finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, Freud propone un concepto ampliado de la sexualidad humana, idea revolucionaria en su época, que postula la existencia de una sexualidad infantil, cuyo desarrollo está organizado en fases. Cada una de estas fases está caracterizada por una zona erógena que es la fuente de la pulsión libidinal durante esa etapa. Estas fases son (en orden de su aparición): oralanalfálica, de latencia y genital. Freud creía que si durante cualquiera de estas fases el niño experimentaba frustración sexual en relación a cualquier estado de desarrollo psicosexual, el/ella podía experimentar ansiedad que podría persistir en la edad adulta como una neurosis.

Fálica

La tercera etapa del desarrollo psicosexual es la etapa fálica, que abarca desde los tres a seis años, en los cuales los genitales del niño son su principal zona erógena. Es en esta tercera etapa de desarrollo infantil que los niños se vuelven conscientes de su propio cuerpo, los cuerpos de los otros niños, y los cuerpos de sus padres, y satisfacen la curiosidad física por desnudarse y explorarse entre sí y los genitales, y así aprender la física (sexual), las diferencias entre lo "masculino" y lo "femenino" y las diferencias degénero entre el "niño" y la "niña". En la etapa fálica, la experiencia psico-sexual decisiva de un niño es el complejo de Edipo, su competencia es el padre por la posesión de la madre. Este complejo psicológico deriva del personaje mitológico griego del siglo V A.C. de Edipo, que sin querer, mató a su padre, Layo, y poseía sexualmente a su madre,Yocasta. Análogamente, en la fase fálica, la experiencia psicosexual decisiva de una niña es el complejo de Electra, su competencia es la madre por la posesión psicosexual del padre. Este complejo psicológico deriva del personaje mitológico griego del 5 siglo A.C de Electra, quien cobró venganza matricida a Orestes, su hermano, en contra deClitemnestra, su madre, y Egisto, su padrastro, por el asesinato de Agamenón, su padre, (cf. Electra, de Sófocles).
Inicialmente, Freud aplicó igualmente el complejo de Edipo al desarrollo psicosexual de los niños y niñas, pero luego desarrolló los aspectos femeninos de la teoría como laactitud femenina de Edipo y el complejo de Edipo negativo;9 Sin embargo, fue su alumno-colaborador, Carl Jung, quien acuñó el término complejo de Electra en 1913.1011 No obstante, Freud rechazó el término de Jung como psicoanalíticamente inexacto: "lo que hemos dicho sobre el complejo de Edipo se aplica con rigor completo sólo al hijo varón, y que tienen razón en rechazar el término 'complejo de Electra', que busca destacar la analogía entre la actitud de los dos sexos".
Defensa psicológica 
Los que proveen resoluciones transitorias del conflicto entre las pulsiones del Ello y las del Ego son los mecanismos de defensa. El primer mecanismo de defensa es la represión, que implica el bloqueo de recuerdos, impulsos e ideas desde la mente consciente, pero no conduce a una resolución definitiva del conflicto. El segundo mecanisno de defensa es la identificación que implica la incorporación de las características del padre del mismo sexo dentro del propio Yo del niño. El varón, adoptando este mecanismo busca reducir el miedo a la castración, ya que su similaridad con el padre le hace pensar que lo protegerá de él. La identificación de las niñas con su madre es más fácil ya que se da cuenta de que ni ella ni su madre tienen pene. Algunas escuelas de psicoanálisis consideran que la dinámica psicosexual presentada en niñas en este punto de su desarrollo tiene su término (sin embargo Freud no lo considera así) en el Complejo de Electra. La teoría freudiana de la sexualidad femenina ha sido duramente criticada, particularmente lo que se refiere a la envidia del pene, y por lo tanto no son antagonistas.16
Desenlace 
La competencia psicosexual no resuelta por el padre del sexo opuesto puede producir una fijación de fase-fálica que dará lugar a una mujer adulta que continuamente se esfuerce por superar a los hombres (a saber, envidia del pene), o bien como una mujer extraordinariamente seductora (alta autoestima) y que coquetea, o como una mujer inusualmente sumisa (baja autoestima). En un niño, una etapa de fijación fálica podría llevarlo a convertirse en un hombre excesivamente ambicioso y vanidoso. En general, el Complejo de Edipo es muy importante para el desarrollo del Superyó, ya que, a través de la identificación con uno de los padres, el niño internaliza lamoral, y en consecuencia, la elección de cumplir con las normas sociales, en lugar de tener que cumplirlas mediante acto reflejo por miedo al castigo.

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